miércoles, 12 de enero de 2011

¿Y a ti quién te mató, madre? (Fragmento 1)

Half of what I say is meaningless,
but I say it just to reach you…
The Beatles


¿cuánto tiempo faltaba para que la tierra comenzara a temblar y el cielo a precipitarse en truenos? había contado las horas con lamentos y nada pasaba. a Dios, El Gran Impotente, sólo le importaba su hijo, estaba claro. pero ella no podría ya vivir. apenas ayer, ¿ayer? Dios Mío, qué lejos te lo llevas todo, Mindy corría con sus zancadas torpes, con su pelo sucio y rizado; apenas ayer, antes de dormir, apagaba la vela que alumbraba el Sagrado Corazón, la imagen junto a su cama maloliente, de vieja, y junto a ella suspiró Mindy, aliviada y contenta con la oscuridad. ¡ay, Mindy! ¿por qué te fuiste a morir? la anciana estaba fuera de sí y apretaba y besaba a ese pedazo de carne al que faltaba medio cuerpo. Sólo había oído el quejido y al salir a la calle encontró a Mindy. ¡pobrecita Mindy!, pero más pobre la vieja, se había ido la alegría, ahora, ahora que estaba tan inútil, tan inservible que no pudo ni devolver el aliento a Mindy cuando la encontró jadeante, pequeñísima y muriéndosele, de un golpe seco, uno, uno solo, porque la muerte es una P U T A desvergonzada y así, brutalmente, se la llevaba; tan inservible que no puedo seguir siquiera al coche que había pasado por sobre el cuerpecito de Mindy, seguir a cualquier coche, no pudo, apenas comenzaba a correr cuando sus piernas ancianas tropezaron. cayó con toda su rabia, con todas sus arrugas, y sangre le brotaba de toda la cara y ella estaba contenta, segura de que finalmente su corazón le había reventado, su corazón se desangraba y no ella; pero no era así, el corazón seguía su andar, casi de fiesta, cómo se atrevía su corazón a proseguir con ese ritmo de rumba, y ella seguía viva, llorando por Mindy, y pudo sentir los brazos que la levantaron. ¿por qué esos brazos no levantaban a Mindy? ¿para qué levantarla a ella, que estaba viva y era vieja? y la anciana intento correr de nuevo, pero las piernas se habían paralizado y la carne fofa de su cara se había vuelto rígida y morada alrededor del ojo, del ojo bueno, y apenas si veía. vieja, ciega, inútil, la anciana se arrastró de pie hasta Mindy y levantó lo que no se había ido bajo la llanta y, deshaciéndose en pedazos, la llevó de nuevo a casa donde acabaron ambas de morir

2 comentarios:

  1. uuy buen final, me gustó, saludos Toño!!

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  2. Saludos, Marco. Gracias. Conforme vaya perdiendo el pudor, iré publicando el resto de fragmentos. Un saludo

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